La NASA se está preparando para apoyarse en SpaceX para comenzar a construir el proyecto Lunar Gateway, que comenzará en 2024.
A pesar de las preocupaciones que el administrador interino de la NASA había planteado sobre Elon Musk, la agencia aeroespacial estadounidense ha decidido utilizar los misiles de la empresa privada para poner en órbita las primeras piezas de su microestación orbital.
Según los planes, se espera que este “portal lunar” sea aproximadamente una sexta parte del tamaño de la Estación Espacial Internacional (ISS) y se utilizará para “ayudar en búsquedas de investigación, tripulaciones y expediciones a la superficie lunar”. En la práctica, un puesto de avanzada con el que estar siempre en primera línea.
La expedición 2024 pondrá en órbita el sistema eléctrico y de propulsión (PPE) y las salas de vivienda y logística (HALO), componentes tan pesados que inicialmente se pensó que serían enviados en dos misiles separados.
Sin embargo, los hombres de la NASA hicieron cuatro cálculos y encontraron que el cohete Falcon Heavy de SpaceX debería poder completar la misión de un solo tirón, garantizando un ahorro económico respetable. Imprescindible, considerando que el único viaje aún le costará a las arcas del estado la belleza de 331,8 millones de dólares.
Una vez que se haya establecido el Lunar Gateway, la Fuerza Aérea de EE. UU. Enviará un módulo de servicio en su Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), completando el equipamiento de la base con oxígeno, agua, calefacción y todos los demás elementos que servirán para hacerla operativa.

Periodista y escritor
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